Se acercó al edificio con la misión de guardar los carteles de la calle. Al llegar, la camioneta negra bloqueaba la entrada.
Intentó ignorarla, pero el vehículo se deslizó hacia adelante, como una criatura con voluntad propia.
Incapaz de entender lo que ocurría, subió al vehículo. Dentro, el espacio atiborrado de bolsas de compras de marcas estelares. Cuando terminó de colocar la camioneta en su lugar, entró una persona inesperada: la expresidenta. Su presencia, lo angustió.
Ella preguntó y él respondió lo que había hecho, luego ella comentó que: "la camioneta siempre hacía lo mismo".
Además lo invitó desayunar, pero él, incómodo contestó: "Voy a buscar los carteles", sabiendo que ya no había carteles que buscar.
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