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Mostrando las entradas de marzo, 2012

Su única opcion

El taxi, un espacio de tránsito, se transformó en una celda en movimiento. El conductor, figura confiable, había desaparecido, sustituido por un intruso que usurpaba su identidad.  La situación, imprevista y caótica, generaba una sensación de desamparo. Las advertencias premonitorias que hacía, caían en saco roto y  crecía su impotencia ante la situación.  El recuerdo de un episodio similar con su contador, una figura de confianza que lo traicionó, agravaba la sensación de desconfianza hacia los demás.  La ciudad, vista desde la ventanilla, se convertía en un laberinto hostil, un escenario de pesadilla. La decisión de saltar del vehículo en movimiento era una apuesta desesperada por recuperar el control sobre su destino.  La multitud, antes anónima, se convertía ahora en su posible salvación. Era su única opción.

El maquinista

Conducía un tren de pasajeros como si fuera un simple automóvil, maniobró entre la multitud con una calma sorprendente.  La tarea, complicada y peligrosa, se había completado con éxito.  En un edificio cercano, lleno de rostros anónimos, se encontró con una joven que lo miraba con una sonrisa cálida.  La conversación, breve y sin importancia, lo transportó a otro mundo, lejos de la realidad de los rieles y las máquinas. Sin embargo, la ilusión se desvaneció rápidamente.  Su ex pareja, apareciendo de la nada, lo arrastró de vuelta a la realidad, a las preguntas sin respuesta y a las explicaciones inverosímiles.