El mundo exterior, gris y hostil, lo esperaba. Sin cambiarse, salió a enfrentar la ciudad, su camisa manchada.
Encontró a su prima, una visión de belleza. Un beso y siguió su camino.
En el departamento de su madre, ella no festejaba su cumpleaños. Reformas y una nueva puerta dividía espacios. En la habitación principal, dos extrañas dormían, amigas del primer novio de su hermana.
Montó en su bicicleta y pedaleó, arrastrando consigo los ecos de una familia que se alejaba.
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