El Sudario blanco


Ella, envuelta en un sudario blanco y antifaz negro, anunciaba su partida a una reunión. 

El niño nuestro, que yo llevaba en brazos, pequeño y frágil, era testigo de la escena. 

La cancelación de la reunión fue rechazada.

La negativa se transformó en una sentencia irrevocable: "separación". 

Cada uno en su casa.

El hogar, antes refugio, ahora campo de batalla donde circulaban palabras como cuchillos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Hola

Materia gris

Traición y derrota