El niño nuestro, que yo llevaba en brazos, era testigo de la escena.
Rechazó el pedido de que se quedara.
Su negativa se transformó en una sentencia irrevocable: "separación".
Cada uno en su casa.
El hogar, antes refugio, ahora vacÃo.
El niño nuestro, que yo llevaba en brazos, era testigo de la escena.
Rechazó el pedido de que se quedara.
Su negativa se transformó en una sentencia irrevocable: "separación".
Cada uno en su casa.
El hogar, antes refugio, ahora vacÃo.
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