El Sudario blanco
El niño nuestro, que yo llevaba en brazos, pequeño y frágil, era testigo de la escena.
La cancelación de la reunión fue rechazada.
La negativa se transformó en una sentencia irrevocable: "separación".
Cada uno en su casa.
El hogar, antes refugio, ahora campo de batalla donde circulaban palabras como cuchillos.
Comentarios